Por Daysi Soria – Redes: Daysi info (Facebook)
Las ciudades con restricciones de horario tal vez no sea la solución definitiva a la gran cantidad de infectados, mientras que el resto siga realizando sus respectivas actividades con protocolos.
¿Realmente tiene sentido entrar en esa fase? De por sí muchos ya están cansados de hacer bien las cosas para finalmente retroceder de nuevo. Suspensión de clases, reducida cantidad de trabajadores aunque algunos viajan aglomerados a causa de las reguladas, los jefes que no les importa qué tengas que hacer para llegar puntual.
Un sinfín de ejemplos absurdos, se limita a esto y sin embargo hay otras innecesarias que se abren, todo depende de cuánto dinero dé el dueño. Las vacunas van llegando de a poco, la distribución por ende un poco lentas por lo que a ese paso habría cuarentena para rato.
Se espera que los inconscientes acaten las medidas nuevas y ya logren de una buena vez cuidarse para prevenir contagios por irresponsabilidad por más que crean o no la existencia de la enfermedad. Igualmente, la policía no detendrá ni castigará a aquellos que anden circulando fuera del horario.
Siguen los encuentros clandestinos, a denunciar sin miedo porque mientras las cifras no disminuyan es probable continuar con la misma situación arrastrada desde hace un año atrás.
