“𝘓𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘫𝘢 𝘵ó𝘹𝘪𝘤𝘢 𝘴𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘫𝘢 𝘪𝘯𝘵𝘪𝘮𝘪𝘥𝘢𝘯𝘥𝘰, 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘦𝘭𝘰𝘴, 𝘴𝘦 𝘷𝘢𝘭𝘦 𝘥𝘦 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴. 𝘜𝘯𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘢𝘧𝘪𝘢𝘯𝘻𝘢𝘥𝘢 𝘩𝘶𝘮𝘪𝘭𝘭𝘢 𝘰 𝘳𝘪𝘥𝘪𝘤𝘶𝘭𝘪𝘻𝘢, 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦 𝘰𝘣𝘫𝘦𝘵𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴; 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯la 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘺 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢 𝘥𝘰𝘮𝘪𝘯𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘰𝘣𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴𝘦ña𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘴 𝘳𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘤𝘪𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘫𝘦𝘮𝘱𝘭𝘰; 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘪𝘷𝘦𝘭, 𝘪𝘯𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢, 𝘦𝘮𝘱𝘶𝘫𝘢 𝘰 𝘨𝘰𝘭𝘱𝘦𝘢, ‘𝘫𝘶𝘨𝘢𝘯𝘥𝘰’ 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘨𝘰𝘭𝘱𝘦𝘢; 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴; 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘪𝘯𝘵𝘪𝘮𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘰𝘣𝘭𝘪𝘨𝘢 𝘢 𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘺 𝘱𝘳𝘰𝘩íb𝘦 𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘢𝘯𝘵𝘪𝘤𝘰𝘯𝘤𝘦𝘱𝘵𝘪𝘷𝘰𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘫𝘦𝘳𝘦𝘴; 𝘢𝘮𝘦𝘯𝘢𝘻𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘺 𝘦𝘯𝘤𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘰 𝘢ísl𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰𝘴», Lic. Patricia González.
Tanto la Cátedra y Servicio de Psiquiatría como el Departamento de Psicología del Hospital de Clínicas de la FCMUNA, disponen de espacios para ayuda profesional, de manera presencial, acudiendo hasta los servicios, o a través de la línea de urgencias 0962440004.

Cuando en el área de la psicología, se tratan los aspectos o características consecuentes de una relación tóxica, la Lic. Patricia González, psicóloga, enfatiza que ésta surge cuando en las parejas, una de las partes busca el control de la otra, hasta lograr el dominio total en la relación. Y esto se ve más comúnmente en mujeres como víctimas, aunque también existen casos adversos; situación que si no se sostiene con ayuda profesional, puede terminar desgastando por completo el noviazgo o matrimonio, e incluso llegar a desenlaces fatales.
«En una relación tóxica, una de las partes o ambas, comienzan a sufrir de forma constante, viviendo bajo sometimiento; y esto genera un desgaste emocional, que muchas veces continua con la esperanza de que todo va a cambiar; todo puede desembocar en violencia verbal y física, como también llegar a desenlaces fatales; pero no todas las relaciones de este tipo tienen el mismo final; ya que también depende de la reacción del organismo mismo ante estas situaciones y que ya se encuentra dañado, para continuar o dar un final», expresó la profesional del Dpto. de Psicología del Hospital de Clínicas.
Signos de alarma
Todo inicia cuando se busca el control de la otra persona. Control de las amistades, horarios, salidas, forma de vestir, hasta conversaciones o actividades con los propios padres o familiares.
«La pareja tóxica se maneja intimidando, con muestras de celos, se vale de mentiras; una vez afianzado humilla o ridiculiza, destruye objetos personales; comienza con una pequeña cosa y termina dominando su vida hasta obtener las contraseñas de sus redes sociales por ejemplo; en un siguiente nivel, insulta, empuja o golpea, ‘jugando’ pero golpea; puede disponer de los bienes personales; en la intimidad obliga a mantener relaciones sexuales y prohíbe el uso de anticonceptivos en el caso de las mujeres; amenaza de muerte y encierra o aísla de los seres queridos», explayó.
Si bien no es una situación fácil de manejar ni terminar cuando uno desea, ya que crea una dependencia debido a la manipulación que sufre la persona violentada, es importante escuchar lo que el cuerpo manifiesta; por muy normalizado que ya sea el abuso, el cuerpo se da cuenta de que está siendo agredido y es cuando se debe reaccionar para dar fin a dicha situación. También es fundamental contar con la familia o con el entorno más cercano y socializar lo que se está sucediendo, porque una de las primeras consecuencias de estas relaciones tóxicas, es la pérdida de los grupos de apoyo, y ese aislamiento hace que después sea muy difícil salirse de ese tipo de relaciones, porque, quien sufre no tiene a nadie en quien sostenerse o apoyarse.
Violencia de género
Por su parte, la Dra. Andrea García, especialista de la Cátedra y Servicio de Psiquiatría de la FCMUNA, refirió que más que un perfil psiquiátrico, lo que se debe cuestionar es la cultura patriarcal de nuestro país, un sistema social construido donde el hombre tiene el poder, es el que manda en la casa y la mujer la que obedece.
“Las mujeres se ven sometidas a sufrir violencia de género, simplemente por ser mujeres, consideradas inferiores; si no nos alertamos ante la violencia verbal, simbólica y/o psicológica, avanza a agresión y violencia física: empujones, pinchazos, golpes, entre otros. Y esto es lo que conduce a un feminicidio”, indicó.

El Prof. Dr. Julio Torales, Jefe de la Cátedra de Psiquiatría de la FCMUNA, refirió que las mujeres víctimas de violencia de género deben sentirse seguras para consultar en espacios de salud mental, accesibles, con profesionales formados en la materia, compasivos, y con enfoque de derechos.
¿Qué hacer ante una relación tóxica?
Cuando una persona víctima es consciente de su estado, debe buscar ayuda en su entorno cercano y soporte profesional. Los especialistas señalan que estos casos deben ser tratados por un equipo multidisciplinario, que puedan proporcionar respuestas del tipo legal, laboral y social, pero sobre todo psicológico para el proceso de recuperación.
El primer paso, es una evaluación psicológica donde se acuerda el consentimiento informado, se detalla qué tipo de información se va a recoger y la medida en que otras personas van a tener acceso a esa información revelada; debido a que las implicancias legales de maltrato deben tener un tratamiento jurídico.
Durante el proceso inicial, se tiene en cuenta que, en medio de las revelaciones, pueden haber regresiones del miedo y el dolor emocional asociados con el incidente; como así también cambios cognitivos como desconfianza, miedo a intimar, depresión, ira, consideradas respuestas a un trauma; por lo que el equipo profesional determina la técnica más apropiada para la indagación (entrevistas o cuestionarios) y terapias de recuperación.