Por Daysi Soria – Redes: Daysi info (Fanpage).
La segunda vez que se vive la semana santa en modo covid, aunque este año parece no haber sido tan estricto como el año pasado. Entre los perjudicados está el sector religioso, que en algunos lugares siguieron las indicaciones al pie de la letra y prácticamente no contó con gran cantidad de público.
No todos obedecieron plenamente el decreto y de igual manera tuvo concurrencia masiva pues están confiados que si van con fe no hay porqué temer. Para aquellos que no creen es muy fácil decir que suspendan todo, que se cierren la iglesia y escuchar cosas más porque no comprenden el significado de todo esto para los fieles.
Obviamente también para ingresar a la iglesia se procede con el protocolo, como cuando van al súper y a otras partes. Tampoco es hacer apología a liberar todo o incumplir normas, solo se habla de poder asistir con normalidad por lo menos a misa así como se permite ir al trabajo o a dispersarse.
Hay cientos de temas por los cuales se podía pegar el grito al cielo, preocuparse y escrachar, pero hay gente que muchas veces solo decide quejarse por lo que hacen los fieles. De la misma manera que se indignan con los feligreses deberían hacerlo con los políticos corruptos que hace más de un año prometieron poner en condiciones la salud pública y finalmente quedamos en lo mismo de siempre.
